jueves, 27 de septiembre de 2012

El ventanal.


Piezas que no encajan en el puzle, lágrimas que se intercambian con sonrisas, problemas que se convierten en pesadillas. Sueños perdidos entre las sábanas, esperanza inundando tu habitación, viajando a través del aire, choca con la pared, rebota e impacta en el sucio cristal de la ventana, como una mosca intentando salir. Enfadada ocasiona un remolino en medio de la habitación su magnetismo te va acercando a él lentamente, haces fuerza con los pies para que no te arrastre a su núcleo, temes que la esperanza te sumerja en un huracán sin fin.
Te sujetas a la pata del escritorio, la corriente es fuerte pero tú no te dejas ganar, con cuidado te acercas a la ventana, la abres y dejas que la esperanza se escape por ella, eres libre. La habitación está destrozada, la esperanza rompió lo poco que quedaba en ella, se sume en la nueva oscuridad, el ventanal empieza a golpear, pues el viento apremia contra él. Cierras la venta con brutalidad. Tu habitación ha vuelto a ser el nido de la impotencia y el dolor, te sientas en el borde la cama con la mirada fija en el techo, las telarañas decoran techo y paredes, la pequeña araña que se desplaza de una pared a otra es lo poco de vida que queda en la habitación.
El cansancio puede contigo, tus ojos se entornan, intentas abrirlos no quieres sumirte en uno de esos sueños que no te dejan dormir, el duro colchón te acoge te captura tal que una sirena a un marinero, con su canto melodioso.
Despiertas asustado, el sudor recorre tu cuerpo y cubre sábanas y almohada, miras a la ventana es de noche, la habitación está en total oscuridad, hoy no hay Luna que ilumine tu interior.
Te aferras a las sombras el miedo sigue en ti, apoderándose de tus entrañas, comiéndose tu hígado en cada trago que tomas para olvidar las cicatrices que el pasado dejó en tu piel cuando la confianza se albergo en estas cuatro paredes que hoy te encierran, te asfixian, te reprimen y te observan al llorar, ríen se carcajean al ver tus lágrimas caer, sabiendo que ellas son las causantes de que hayas tenido que vender tus sonrisas a cambio de vivir en soledad.

Sus risas hacen chirriar tus oídos, se meten dentro de tu cabeza, intentas hacerlas callar, lanzas objetos contra ellas, pero solo consigues que las astillas de madera cubran el suelo y que sus risas sean más intensas.
Necesitas huir, correr dejar atrás el dolor que antaño se sumió en ti y hasta ahora no ha sabido salir. La puerta está cerrada, el pomo no cede, la impotencia aumenta por segundos, la ira aflora, una lluvia interna te sumerge en un diluvio de miedos e inseguridades.
Te agarras la cabeza con fuerza hay mil hombres gritando, no entiendes ni una palabra de lo que dicen, el dolor es intenso, te tiras al suelo, las nauseas se apoderan de ti, intentas impedir que la regurgitación abandone tu cuerpo.
Las voces han cesado ya, las nauseas han vuelto y ya no lo puedes contener, te arrodillas en el frío suelo y el vómito choca en la agrietada pared, sientes un alivio interior, ese malestar se ha esfumado. Te diriges a la cama, necesitas descansar algo te dice que hoy no vas a soñar, el frío y duro colchón no cede a tu peso.
La noche ha pasado, la habitación recoge la luz procedente del ventanal, no te levantas, no te molesta el Sol, ya no hay nada que te pueda molestar, unos ojos que no ven no se pueden cegar, un corazón que no late no se puede parar, tu cuerpo ya no respira.... no se ahoga con el nauseabundo olor que el mismo desprende. 

5 comentarios:

  1. Es una lástima que tenga que comentar semejante gilipollez al pie de tan buen texto pero....

    ¿Si me salgo de tu blog se podría decir que estoy "saliendo de la Caverna"?

    No me he dado ningún golpe, es de nacimiento.

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    1. Exageras como siempre... no creo que sea para tanto el texto D:
      LOL, sí bueno al salir de aquí sales con conceptos nuevos por lo que sí es como salir de la caverna y ver el mundo de las ideas :3

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    2. Oh, qué bonito, pues entonces saldré algún día a ver qué pasa^^

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    3. Vale pero no salgas para siempre D:

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